Este estudio aborda los diferentes tipos de creatividad que pueden surgir en la era digital, explorando su relación con el lenguaje, la biología, la tecnología y la interacción social. Se examinan cuestiones fundamentales relacionadas con la creatividad humana en un contexto tecnológico en constante evolución, y en el que la irrupción de las herramientas de inteligencia artificial (IA) generativa plantea muchos dilemas filosóficos y teóricos. Para empezar, se propone una clasificación de los tipos de creatividad. La creatividad ha estado históricamente ligada al lenguaje, ya sea oral, gestual o corporal, y a la tecnología. Sin embargo, en la era digital, se plantea la posibilidad de un tipo de creatividad que no depende necesariamente de estos factores, ni del ser humano. Se analiza la noción de ”creatividad biológica” como un proceso interno que se da de manera programada una vez que la vida está en marcha, contrapuesta a la ”creatividad artificial”. La creatividad biológica se relaciona con las experiencias mentales, inmateriales y las creaciones internas que surgen en las sinapsis del cerebro. Estas ideas e imaginaciones, a menudo denominadas ”virtuales”, pueden considerarse una manifestación de la creatividad puramente biológica. Pero, ¿se necesita control y voluntad creadora para que se pueda hablar de creatividad? ¿Pueden ser creativas las máquinas? Por otro lado, se señala que la creatividad perceptible, evidente para los demás, es inherentemente social, lingüística o tecnológicamente mediada. Requiere la comunicación y la exteriorización de las creaciones internas para que se manifieste. En este sentido, se argumenta que la creatividad solo puede darse plenamente cuando las creaciones se comparten con otros y se convierte así en un proceso colectivo. Para que la creatividad sea reconocida y exista fuera del individuo, es esencial la comunicación social y por tanto la interacción lingüística. La tecnología desempeña un papel crucial en la creatividad en la era digital, análogo al de otras épocas. En este contexto, se destaca la relación compleja entre la biosemiótica y la tecnosemiótica en la generación de las creaciones y de lo considerado creativo. Además, se valora la posibilidad de que procesos biológicos, como las recombinaciones genéticas aleatorias, que dan lugar a la variabilidad en la reproducción sexual, puedan generar resultados aparentemente creativos. Estos procesos, que anteriormente escapaban al control humano, ahora pueden modificarse mediante biotecnologías. Esto plantea preguntas importantes sobre los límites éticos de la creatividad y hasta dónde se puede influir en los procesos biológicos naturales de forma ’creativa’. En conclusión, este estudio plantea un análisis teórico de la creatividad y aborda la complejidad de la creatividad en la era digital, considerando su relación con el lenguaje, la biología, la tecnología y la interacción social. Se plantean preguntas sobre la naturaleza de la creatividad, su intencionalidad y los límites de la influencia humana en los procesos creativos. La investigación en este ámbito contribuye a una comprensión más profunda de la creatividad en un mundo cada vez más digitalizado, donde la IA generativa ha democratizado la generación automática de creaciones artísticas que, no obstante, ¿son realmente creativas?